En los últimos meses, la Agencia Tributaria Española ha puesto el foco en los creadores de contenido y pronosticadores deportivos que tributan a través de Sociedades Limitadas Unipersonales (SLU). La acusación: utilizar estas sociedades como estructuras pantalla para pagar menos impuestos, cuando, según Hacienda, la actividad es en realidad «personalísima» y debería tributar como autónomo.
¿Qué considera Hacienda como una SLU “personalísima”?
Hacienda utiliza este término para referirse a aquellas sociedades en las que:
- Toda la actividad depende exclusivamente del fundador o administrador.
- No existen empleados contratados ni oficina propia.
- No hay medios materiales ni humanos evidentes.
- Las facturas emitidas no reflejan trabajo en equipo, sino una actividad unipersonal.
Según este criterio, si la SLU no demuestra una verdadera estructura empresarial, Hacienda puede rechazar su existencia real y reclamar al creador que tribute como persona física, con las consecuencias fiscales y sanciones que eso conlleva.
🔍 Ejemplo realista: El coste oculto de una SLU “personalísima”
Imagina que has facturado 2.000.000 € a través de tu SLU en los últimos 4 años. Como es habitual, tu empresa ha tributado un 25% en el Impuesto de Sociedades, es decir, 500.000 €.
El resto de los beneficios (1.500.000 €) se han reinvertido en el negocio, en publicidad, desarrollo, colaboradores o incluso han quedado en caja.
Ahora bien, si Hacienda considera que tu SLU es una sociedad pantalla y que tu actividad era en realidad personalísima, puede exigir:
- Que tributes toda esa facturación como persona física (autónomo), aplicando tipos progresivos de IRPF de hasta el 47%.
- Que vuelvas a pagar impuestos por los 2.000.000 €, esta vez como si nunca hubieras usado la SLU.
- Un recargo del 150% sobre la diferencia no pagada.
- Y una multa adicional, dependiendo del grado de “intencionalidad”.
💸 Esto puede traducirse fácilmente en una deuda con Hacienda de más de 1.000.000 €, incluso habiendo pagado ya medio millón por vía societaria.
Este tipo de sanciones no solo pone en peligro tu negocio, sino tu patrimonio personal si Hacienda decide derivar la responsabilidad al administrador.
Pero… ¿Es eso justo?
En muchos casos, esta interpretación no refleja la realidad operativa de los creadores y pronosticadores digitales, quienes:
- Trabajan con freelancers o colaboradores externos de forma habitual.
- Subcontratan servicios de diseño, publicidad, atención al cliente o soporte técnico.
- Utilizan espacios compartidos, estudios de grabación o herramientas en la nube.
- Reciben servicios deducidos directamente por plataformas afiliadoras o pasarelas de pago.
El problema es que muchos de estos servicios no están documentados de forma clara, o no aparecen reflejados adecuadamente en la contabilidad de la SLU.
✅ ¿Cómo proteger tu SLU frente a Hacienda?
La solución pasa por documentar correctamente que la actividad no es personalísima, sino que existen medios humanos y materiales involucrados en la operación de la empresa.
Estas son algunas acciones clave para blindar tu estructura:
Registros de actividad en plataformas
Documentar cómo trabajas con afiliadoras, agencias o pasarelas también puede ser útil si sus servicios están integrados en tu operativa.
Contratos de servicios y facturas claras
Asegúrate de tener contratos firmados con freelancers, colaboradores y proveedores, y que las facturas detallen específicamente los servicios prestados.
Contratos de alquiler de oficina o coworking
Disponer de un espacio físico, aunque sea compartido, ayuda a justificar el funcionamiento empresarial.
Contratación de empleados (aunque sea media jornada)
Incluir personal contratado formalmente refuerza la idea de empresa operativa y no ficticia.
🔐 No esperes a que Hacienda llame a tu puerta
En Kunfupay trabajamos con las mejores asesorías fiscales de España, como Carrillo Asesores, Cuatrecasas, Garillés, entre otras. Somos expertos en fiscalidad para influencers, pronosticadores y creadores digitales, y ya hemos afrontado con éxito múltiples casos similares.
Conocemos bien el problema y tenemos varias formas de solucionarlo. Desde la estructuración correcta de la actividad, hasta la elaboración de documentación probatoria y la gestión de riesgos fiscales de manera preventiva.
Porque sí: una SLU bien gestionada y correctamente justificada es perfectamente válida y legal.
El problema aparece cuando no se demuestra de forma clara que existe una verdadera actividad empresarial detrás del nombre de la sociedad.
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