Si eres autónomo y usas el coche para trabajar, lo lógico sería poder deducírtelo. Pero estamos en España, y aquí las cosas lógicas no siempre cuadran con Hacienda.
La normativa no es clara, el criterio cambia según el inspector, y lo que un día es válido al siguiente puede considerarse “incorrecto”. Por eso, si vas a deducir tu coche, más te vale saber cómo hacerlo sin que te lo tiren en una inspección.
En este artículo te lo explico al grano. Sin rodeos. Qué puedes deducir, cómo, en qué condiciones… y qué errores te pueden costar una sanción.
IRPF e IVA: dos mundos distintos, dos reglas diferentes
Empezamos por lo básico: IRPF e IVA no funcionan igual.
- En IRPF, solo puedes deducirte el coche si demuestras que está afecto 100 % a la actividad profesional. Y sí, eso incluye que no lo uses nunca para temas personales.
Salvo que seas taxista, repartidor, agente comercial o tengas una furgoneta de reparto, olvídate de deducirte el coche al completo.
En la práctica, a casi nadie se lo aceptan. - En cambio, en IVA tienes más margen. Puedes deducirte el 50 % del IVA de la compra del vehículo y de sus gastos (combustible, reparaciones, parkings…) sin necesidad de demostrar que solo lo usas para trabajar.
Pero si quieres llegar al 100 % de deducción del IVA, ahí sí toca justificar bien la “afectación exclusiva”. Y eso, para un autónomo medio, es como pedirle a Hacienda que te crea por fe.
Qué puedes hacer para protegerte (y no pagar de más ni de menos)
Aquí va la lista justa. Ni más, ni menos. Estas son las claves si no quieres sustos:
- Registra todo uso profesional del vehículo: fechas, trayectos, motivos. Que coincidan con tu actividad real.
- Ten otro coche para uso personal: es el único argumento que funciona si quieres demostrar que el afecto es exclusivo.
- Rotula el vehículo con tu marca o actividad: ayuda. No es definitivo, pero suma puntos si hay inspección.
- No te deduzcas más de lo que puedes justificar: es tentador, pero puede salir muy caro.
- Ten un asesor que sepa de esto: no vale el cuñado que hace la renta en abril. Hablamos de estrategia fiscal, no de chapuzas.
¿Y si vendo servicios digitales, hago marketing o soy formador?
Este es el punto donde muchos autónomos digitales patinan.
No trabajas en transporte, pero te mueves cada semana para grabar, reunirte, cerrar acuerdos o visitar clientes.
Y claro, tu coche sí forma parte de tu trabajo, aunque no te dediques a llevar paquetes.
Aquí lo más seguro no es intentar que te acepten una deducción al 100 %. Lo inteligente es estructurarlo todo bien desde el principio. Y ahí es donde Kunfupay se convierte en algo más que una plataforma.
Kunfupay: facturación legal sin volverte loco con cada gasto
Si ya facturas como autónomo o estás empezando a escalar, necesitas algo más que un gestor que te mande un PDF al trimestre. Necesitas una estructura pensada para negocios digitales. Una herramienta que entienda cómo declarar un coche, una suscripción, un viaje… sin que Hacienda te vea como un sospechoso por defecto.
Kunfupay automatiza facturación, cobros, registros y reportes. Y cuando llega la duda —¿puedo deducirme esto o no?—, no improvisas. Lo tienes todo documentado, todo limpio, todo en regla.
Porque una cosa es pagar lo justo.
Y otra, pagar de más por no tener el sistema correcto.
